Se colocaba sobre el abdomen de la víctima una jaula abierta por su base. En el interior había una rata, que era torturada, pinchada y golpeada por los torturadores.
Para tratar de escapar, el instinto de la rata la empujaba a "excavar" en el cuerpo del torturado, haciendo una especie de túnel para huir como fuese...
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